Ella había pensado que lo
amaría para siempre, que estarían juntos hasta el siguiente amanecer, y
el siguiente y el que le seguía a ese. Creía que era eterno sin entender que lo
eterno dura un instante, la mayoría del tiempo.
Ella siempre sentiría con
toda sinceridad ese algo por él. Siempre amaría esa forma
tan suya de ser.
Pero ahora están tan lejos
de todos, incluso de ellos mismos que ella ya ha comenzado a dudar de la
suavidad de su cabello y para recordarlo acarició el suyo y
el de sus amigos.
Pudo recordar el color de sus ojos y lo hostiles y dulces que
podían ser, pero olvido lo cambiantes que eran cuando él hablaba.
Su mente casi olvido como
él era el único que la escuchaba sin pedir algo a cambio y como sus manos
siempre la habían reconfortado.
Ella ya no podía recordar
el sabor o el color o la textura exacta de sus labios, ya no recordaba cómo se
sentían esos besos. Aunque estaba segura que sus caricias perdurarían en su
cuerpo ya no sabía si eran reales, si las huellas estaban vacías o eran solo
una fantasía.
Lo que no era capaz de
olvidar era lo segura que se sintió en esos brazos, ni lo cómoda que se había
encontrado en su pecho y eso la estaba matando.
Había olvidado las cosas
más personales y privadas como el peso de sus sueños, su cuerpo sobre el de
ella, sus besos, sus miedos.
Quería pensar que habría
funcionado si las cosas hubieran sido distintas, si no fueran tan
jóvenes.
La verdad, ella le había
amado más de lo que jamás había amado a nadie. Y aunque no fue así, él fue su
primer amor aunque a ella le hubiera gustado que fuera su último amor y que
vivieran felices para siempre. Y lo harían, vivirían felices pero no juntos.
Le echaba demasiado de
menos pero sabía que no podía hacer nada por cambiar las cosas. Tal vez ella
estaba apegada emocionalmente a él, tal vez ese había sido un problema ya que
no había visto nada con claridad, el amor le vendaba los ojos.
Sin importar lo que dijera
la gente, para ella, él siempre será una magnifica persona. Siempre será
maravilloso, justo como en sus recuerdos y eso nadie lo cambiaría, prefería que
fuera así, prefería pensar que había tenido una hermosa historia de amor que
antecedía a todas las demás.
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