Hubiera preferido una estaca en el corazón antes que
tenerte clavado tan adentro, aunque si no te hubiera conocido no sabría decir
donde estaría o cuánto tiempo más hubiera esperado para sonreír.
Tú que traes alegría a mi vida y sin saber me llenas de ilusiones.
Tú que sin saber me nublas la mente y el corazón mientras
las lágrimas se me escapan de las manos.
Tú que juegas conmigo mientras yo quiero dártelo todo. O
eso me dicen que parece.
No sabes cuánto desearía no sentir nada, no haberte
conocido, pero tampoco sabes cuánto deseo nunca separarme de tu lado.
Soy el masoquismo hecho carne.
Te quiero y todos lo saben, tú dices quererme y prefieres
ocultarme. Vivo en las sombras donde me ocultas, no existo para nadie más que
las cuatro paredes del último motel que viste.
16.12.2016
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